6 de febrero de 2007

Alan Moore's the Courtyard

Suelo comprar a ciegas todos los cómics escritos por Alan Moore, como probablemente hacen muchos otros fans del genio de Northampton. Imaginad mi gozo cuando me encontré un tebeo escrito por Moore y ambientado en los Mitos de Cthulhu. Hasta aquí todo maravilloso.

Pero al llegar a casa y ojear el cómic empezaron a asaltarme las dudas. En los créditos leí que Alan Moore era el artífice de “la historia”, Jacen Burrows el creador del “arte”, y un tal Anthony Johnston se encargaba de la “adaptación secuencial”. Resultaba de lo más ambiguo: ¿Quién demonios había escrito el guión de Alan Moore’s The Courtyard? Algo me decía que esto era una trampa comercial, y que mi guionista favorito no había puesto ni una coma en este tebeo... Así que busqué información, y llegué a la página web de Anthony Johnston. No tardé en encontrar una referencia a The Courtyard. Y allí estaba lo que temía:

“Adapted from an original short story by Alan Moore.”
Vale, a lo hecho pecho. Intenté olvidarme de que había sido estafado y me limité a leer el tebeo con el mejor talante posible. A fin de cuentas, era una historia sobre los Mitos, ¿no?

Escuetamente: The Courtyard es la historia de Aldo Sax, un agente del FBI especializado en “casos extraños”. Aldo está investigando una serie de horribles asesinatos. Las pistas le llevarán hasta una revelación que le cambiará para siempre.

Mira tú por dónde, no es un mal cómic. Su guión es denso y tenebroso, y hacia el final alcanza cotas de extrañeza que podrían haber salido de la calenturienta mente de Moore. Y el dibujo (en blanco y negro) no está nada mal. Detalle curioso: la mayoría de las páginas tienen dos únicas viñetas, una junto a la otra. Y absolutamente todas las viñetas del cómic llegan de arriba a abajo de la página. Eso nos da viñetas alargadas, angostas, donde los personajes parecen atrapados, aumentando la sensación de extrañeza y opresión.

Y al final, pese a lo indignante que me resulta que me hayan cobrado cinco euros por un cómic de Moore que no es de Moore, resulta que lo he disfrutado. No es un gran cómic, pero sí cuenta con un buen guión que quizá os recuerde a Alan Moore y un buen dibujo que quizá os recuerde a Steve Dillon. Así que le doy un aprobado, que habría sido un notable si no me hubiesen engañado.

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